Bella: Rompiendo corazones

Como tantas otras veces, pasé por delante de la pajarería adonde suelo comprar todo para mis aves y no pude evitar entrar para ver la "mercancía": periquitos, agapornis, ninfas... Y esta vez un agapornis fischeri llamó mi atención: era realmente hermoso, nada que ver con la calidad de los agapornis que suele haber allí. Se veía grande y con un colorido precioso. Me enamoré de él, pero había decidido de momento no comprar más agapornis y me salí de la tienda, aunque no podía dejar de pensar en aquel fischeri.

No pude evitarlo. Antes de llegar a casa di media vuelta y le pedí a la de la tienda que me lo guardase. Me había enamorado de él/ella.

Al día siguiente ya lo tenía en casa y había mandando las plumas para el sexaje; aunque en la tienda me habían dicho que era hembra por los huesos pélvicos, esta manera de sexar a los agapornis es muy poco segura.

Descubrí por la anilla que era del 2009, un poco mayor para mi gusto, pero de todas maneras estaba satisfecha con la compra.

 

Un par de días después puse a la nueva junto a mi pareja de fischeri (que aún no estaban muy emparejados) y al cabo de unas horas observé que la nueva (aquí ya estaba casi segura de que era hembra) no paraba de hacerle el avioncito al macho, y el macho no paraba de intentar reguritarle a través de los barrotes mientras echaba a la otra hembra a picotazos de su lado. Me quedé impresionada e hice el experimento: pasé al macho a la jaula de la nueva hembra, que para entonces ya había decidido llamarla "Bella". Mi sorpresa fue enorme: no paraban de darse besitos, ella hacía el avioncito, él le regurgitaba comida... Bella había conquistado el corazón de Simba en seguida.

Pocos días después pude soltarlos en la voladera nº2, en la que en un futuro quiero tener ninfas, y siguen súper enamorados.

Aún me falta el resultado del sexaje, pero creo que quedan pocas dudas de que Bella es hembra. Lo que sí que está claro es que es una rompecorazones.

Escribir comentario

Comentarios: 0